Es increíble ver como la vida,
va cambiando más rápido día a día,
como ha dejado de ser tan natural,
tan viva como antes.
Cada vez mas se escucha menos el murmurar de los vientos calidos, amorosos;
ahora se palpita menos el respaldor de la luna y el calor suave del sol.
Todo se ha vuelto húmedo, denso, frío, vacío.
El viento grita día a día con ansiedad y con una inmensa tristeza por lo que siente a su alrededor, las nubes callan se obscurecen y a la vez gimen por el desamor y destrucción que las cubre.
Ya es tiempo de contrarrestar tanta destrucción en nuestro mundo desolado.
Por favor ¡SALVAME DE MORIR!; ahogada grita nuestra pequeña esfera, pero no sirve de nada, nosotros sordos sin cautela no hacemos caso a su agonía que paso a paso la mata y desespera lentamente.
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